Hay quien ama y no tiene una palabra
con que nombrar aquello que le turba.
Intenta imaginar, juega y apuesta,
sugiere
y llega a convencerse algunas veces
pero es sólo un instante;
de este amor mineral todo lo sabe;
salvo el sonido hueco
que todavía ignora su nostalgia.
.
1 comentario:
suspiré... se me fue un pelín el alma por los bordes...
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