La idea era escribir sobre cartuchos
de tinta.
Cartuchos como balas y poemas…
Y no.
Era una tontería.
Se puso la chaqueta y salió en busca
de todas las promesas que le hicieron.
Tenía veintiséis años. Había
leído algunas cosas y una vez
burló a la muerte o eso es lo que cuenta.
La tarde era otra tarde y qué decir
de esa vaga tristeza,
del cartucho de tinta sin usar
que esperará otro día en su bolsillo.
Ben Clark
Otoño. 2010
Otoño. 2010
3 comentarios:
Tercero que me encanta de los que has escrito, o yo leído, este otoño. Quizá éste el que más.
Si seguimos así, habrá un buen libro. De momento continúo pensando en lo de la vela, pero no sé a quien ponérsela. Preguntaré a Vargas Llosa.
Chity.
Me gusta
Un saludo
Muy cincuentero. Me gusta!
Publicar un comentario