
Mil años de madera y tú tan cerca
de decir
que no hubo otro principio
-no te culpes, no hay nada más absurdo-.
Empecemos de nuevo.
Mil años de madera y tú tan cerca
que escuché los rodillos de los siglos
decirme es casi nada.
Otra vez.
Mil años de madera y yo no sé.
¿Qué podemos hacer
si solo sobra tiempo?
4 comments:
El tiempo es la tasa que debemos pagar todos por existir, mal que nos pese. Y pesa.
Volver a empezar. Una y otra vez. Eso podemos hacer.
Saludos,
Paula
el crujido de la madera, siempre nos recuerda el tiempo
Me has alegrado el día, hacía tiempo que no descubría ningún grupo que diera tanto de sí. Con tu permiso te lo robo para mi blog. Felicidades por el blog, y por los premios (no me cabe duda de que son sólo el principio), y sobre todo por la pasión con que vives la poesía.
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